miércoles, marzo 12, 2003

Ayer despues de mucho pensarmelo, pedir hora y juntar ánimo fui al médico. Elegí un médico nuevo dado que todos los que visité con anterioridad, no habian dado con la solución a mi problema, o eso me parece a mi, que al fin y al cabo soy la enferma. Cuando entré en la consulta me sorprendió bastante que me abriera la puerta una señora del servicio, uniformada hasta las cejas, incluyendo cofia. Me pasaron a una sala realmente impresionante con muebles antiguos, buenas alfombras y unos sofás en los que daba pena hasta sentarse. De repente abre la puerta, un hombre, que debia tener 200 años y me dice que pase, (la alucinación se iba apoderando claramente de mi), una vez expuesto mi problema, sin mucho ánimo, dado que el pobre hombre, sólo en escribir mi nombre tardo más de 5 minutos (la sordera, la ceguera, el parkinson............,lo propio de un hombre de 200 años), me preguntó mi estado civil y si tenía hijos.........una vez contestadas estas preguntas al pobre hombre se le iluminó la cara. Cuando dices a determinada gente que tienes cuatro hijos, es como si les dieras pie a soltar sus bárbaros discursos sobre ideas, que por supuesto nada tienen que ver con las mías, porque rapidamente dan por hecho que tu eres de "su cuerda". No me pareció prudente entrar al trapo, dado que se trataba de un pobre hombre de más de 200 años, con la mentalidad con la que ha sido educado y en cierto modo con la mentalidad con la que ha tenido que vivir durante mucho, mucho tiempo.

La gente mayor se vuelve muy imprudente (no todos, por supuesto estoy generalizando) y luego hablan de que si la juventud es muy mal educada. Una norma básica de mi educación, que todavía conservo, es el respeto a los mayores, por lo que ayer por la tarde, simplemente aguante el discurso, me tocó tragarme un par de parrafos de las memorias de D. Gregorio Marañon y en cuanto pude me largué de allí, donde por supuesto, no tengo intención de volver, pero entiendo claramente que cualquier persona que se tope con este señor, no tenga la misma paciencia que tuve yo.

En fin,.......................... mañana más.

Lo piensa y lo dice (puedes no estar de acuerdo)Toña a las 11:54 a. m. y dicen por allí