miércoles, marzo 05, 2003

Hoy dedicaré mis silencios al recuerdo.

Hace ya más de tres años que conocí a "un padre y un hijo", los dos con un mismo nombre. Nos veíamos cada día en la 5ª planta del Hospital de la Paz. Cada día a las 12 y a las 6, llenábamos los pasillos de la UCI de Neonatología, cada uno con su ilusión, sus problemas, su parte médico y............sus hijos.

Durante dos meses, vivimos juntos una situación que generó unos lazos invisibles entre nosotros, luchábamos por lo mismo, nos involucrábamos en los problemas del otro y ..................en los hijos de todos.

Aquel día, nos tocó aprender una de las lecciones más duras de nuestra vida, fue además, una gran lección de humanidad y de respeto. Aquel día, nos rodeamos de amigos, de familia, de apoyos........ pero no conseguimos dejar de sentir aquello. Aún ahora, mi corazón se encoge y llora; sólo consigo nuevamente la calma cuando veo las caritas de mis niños y pienso en lo afortunada que soy.

Pese a que jamás volví a verle, ni a saber de él, dejo aquí, mi emocionado recuerdo para "un padre y un hijo" que jamás olvidaré.

Lo piensa y lo dice (puedes no estar de acuerdo)Toña a las 1:24 p. m. y dicen por allí