lunes, mayo 05, 2003

Hoy me encontré con uno de esos números de teléfono que se apuntan en cualquier papel, que termina en un rincón del bolso, entre las páginas de un libro, en un bolsillo de la chaqueta o incluso en el celofan de un olvidado paquete de tabaco. (reminiscencias de una mente fumadora)

Esos teléfonos que incluso llevan inscrito al lado nombre y apellidos y que, cuando por un casual vuelven a encontrarse delante de nosotros, incluso ni recuerdas. ¿Quién será Berta o Inmaculada?. Incluso hay nombres con referencias explícitas para recordarlos con más facilidad, y aunque recuerdo vagamente a alguna de esas personas, no soy capaz de recordar ni sus caras, ni sus gestos.

Existe una frase, dentro de una canción (por supuesto de Estopa, dado que si no puedes con tu enemigo, lo mejor es unirse a él) que dice algo así como "El tiempo y el olvido son como hermanos gemelos y llegará el día en qué eches de más lo que ayer echaste de menos". Quizá alguna vez esperé una llamada de alguno de esos teléfonos o ellos de mi. El tiempo pasa, se pierde el roce, se pierde el contacto y se pierde la vida y llega el olvido.

Y a veces pienso que ellos también me habrán olvidado.

Lo piensa y lo dice (puedes no estar de acuerdo)Toña a las 12:47 p. m. y dicen por allí