miércoles, enero 07, 2004

Se acabaron las fiestas y llega ahora la cuesta de enero, que cada a?o me parece más empinada.

Guardaré en mi memoria los momentos vividos, la alegría de mis hijos, su sonrisa, sus nervios, su emoción, sus juegos y también esas dulces caritas cuyos ojos terminaban cerrandose al final del día, agotados por todas las sensaciones vividas.

Recordaré también lo mucho que me costó complacer los antojos de mi amigo invisible, lo fácil que fué escribir la Carta a los Reyes de Pedro, la cara de sorpresa de mi hermano cuando recibió su regalo, exactamente lo que él habia pedido (unos zapatos muy modernos, muy cómodos, sin cordones y negros..........claro, que quizás él no sea tan moderno).

Recordaré todo lo que he llorado con aquellos que volvian a casa por Navidad; con aquella abuelita de pelo cano que llegaba a casa de una hija atareadisima con los baños de los niños y a la que estaba a punto de tocarle el cuponazo y sobre todo con esa niña que se acercó a la oficina de correos a devolverle a los Reyes Magos los juguetes que le habían dejado, porque ella lo único que quería pedirles era que su hermano se pusiera bueno...................(entiendo que a más de uno le deprima la Navidad, sobre todo a los que ven mucho la tele...)

No olvidaré que me he propuesto dedicar más tiempo a mis niñ@s, a mi familia (con mención especial y honorifica a mi adorable marido) y sobre todo a mis amigos, a los que este año he tenido un poco más abandonados que de costumbre y que pese a todo aún se acuerdan de mi.

Y además, intentaré que todos seais testigos de que todo esto y muchas cosas más, suceden.

Lo piensa y lo dice (puedes no estar de acuerdo)Toña a las 1:54 p. m. y dicen por allí