lunes, mayo 31, 2004

Cuando uno tiene cuatro hijos, sabe perfectamente que cada uno es especial, todos tienen identidad propia, caracteres diferentes y una forma de ser que nada tiene que ver con los demás. Pero ellos no siempre lo ven así, ellos ven un trato igual para todos, aunque en el fondo es diferente, nos adaptamos al carácter de cada uno para contarles las cosas. El mensaje es el mismo, pese a que no a todos se les exige de la misma forma.

Cuando uno de ellos se encuentra sólo, bien sea con Pedro o conmigo, haciendo algo que los demás no hacen, se siente importante, porque en ese momento los mimos o los reproches que repartimos entre los cuatro se concentran en uno solo y para ellos es una ocasión especial que buscan siempre que pueden.

Hoy fui a llevar a mi hijo Pedro a que le hicieran unos análisis, y el pobrecito mío, tan contento, por que su mami le iba a llevar a él SOLO, y le iba a contar a un médico que estaba muy bien, que no estaba malito; y después su mami le llevaría a desayunar a una cafetería lo que él quisiera y después llegaría mucho más tarde al cole, demostrando a todos lo valiente y lo fuerte que es.

El ha disfrutado como un enano, pese al pinchazo, y a su mami le ha dado tal cargo de conciencia por tener tan poco tiempo para dedicarle, pese a haberlo estirado lo más posible, que me han dado ganas de mandar todo al carajo.

Pero, simplemente, le dejé en el cole y volví al trabajo.

Lo piensa y lo dice (puedes no estar de acuerdo)Toña a las 7:23 p. m. y dicen por allí