Un Momento...

martes, mayo 18, 2004

Desde niño siempre había visto su imagen reflejada en cualquier cristal por el que pasaba. Él era el dulce tímido, casi siempre cabizbajo hasta que encontraba un cristal a su paso, en el que ella se reflejaba. Ella era risueña, divertida y gratamente provocadora. El adoraba su compañía, aunque sólo pudiera contemplarla a través de los escaparates, de las ventanas, porque ella sólo se reflejaba para él.

Con el paso del tiempo su reflejo se fue haciendo cada vez más presente. Ella era su sombra. Jamás se hablaron pero se conocían tan bien que no era necesario, el se alimentaba con la fuerza de esa mirada picara e insinuante que ella le ofrecía desde el cristal.

Llovia torrencialmente y él buscaba en un escaparte de una tienda del centro, su reflejo. Las gotas de agua jugueteaban por su rostro y su imagen terminó difuminandose hasta perderse.

Sonó el despertador, era la misma hora de siempre. Se levantó, se preparó un té con miel, que bebio lentamente, disfrutando de cada sorbo como nunca. Abrió el armario y sacó de él, aquel traje sastre rojo con una gran flor blanca en la solapa y que tantos años estuvo allí colgado, en una percha de seda, esperando.... , se dibujó una línea delgada sobre la base de sus pestañas, engrosándola un poco a medida que se acercaba a la sien, tiñó de rimel sus pestañas, que se curvaron con gracia, realzó sus salientes pómulos y agrandó sus labios con carmín, su piel se tornó terciopelo y su mirada se llenó de vida. Entonces volvio a encontrarla, esta vez para siempre. Cogio el bolso, las llaves y salio por la puerta, tambaleándose sobre los ocho centímetros de sus tacones de aguja...

Lo piensa y lo dice (puedes no estar de acuerdo)Toña a las 10:49 a. m. y dicen por allí
BLOGGER
Diseño por may
Archivos