Siempre he creído que el alma es una bolsa que
se nutre de recuerdos, sensaciones y sentimientos plenos y placenteros y que a
su alrededor se crea una capa con los recuerdos dolorosos, con el miedo y el
horror. Cuando la capa exterior es muy gruesa, el alma no deja de nutrirse pero
no es capaz de dejar salir ni un solo recuerdo, ni siquiera una pequeña
sensación de que el recuerdo sigue intacto dónde lo guardé.
Llevo tiempo intentando, hacer una fisura en el
cemento, para encontrarme otra vez entre tus brazos protectores mientras me
susurras con tu vozarrón: "Tranquila nena, no pasa nada, Papá está
contigo".
Lo piensa y lo dice (puedes no estar de acuerdo)Toña a las 11:39 a. m. y dicen por allí