viernes, enero 09, 2009

Se quedaron sin abrir los paquetes,
se borró la sonrisa de los muñecos,
se desmoronaron los mecanos,
y palidecieron los peluches.

Te acercaste silenciosa,
y postraste su pequeño cuerpecito,
robaste sin misericordia el último suspiro de su corazón.

Dejaste dormida su linda carita de porcelana,
rompiste en un instante el alma de quienes la amaban
e inundaste de pena su mundo,
negaste el consuelo, mataste la esperanza,
y hasta helaste el día que la arropaba.

Hoy quedan en mi sus recuerdos,
y como bien dices,
no hay muerte sin olvido.

Lo piensa y lo dice (puedes no estar de acuerdo)Toña a las 6:39 p. m. y dicen por allí